Hasta el momento se estima que son 119 jaguares los que habitan en la Selva Lacandona, estos según los resultados que se han obtenido mediante el monitoreo permanente que se realiza con cámaras trampa, aseguró Jenner Rodas Trejo, jefe del departamento de Áreas Naturales y Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn).
Este resultado demuestra que aún se cuenta con ecosistemas sanos, con la biodiversidad necesaria para resguardar estos ejemplares, así si respetamos la selva garantizamos la existencia de estos felinos considerados en peligro de extinción.
El avance desordenado de las actividades del hombre es una de las causas de la desaparición paulatina del jaguar en todos los espacios donde originalmente habita, sin embargo aún hay tiempo para asegurar la supervivencia de éstos gracias a la inyección de recursos que realiza el Gobierno del estado para el estudio y análisis de las poblaciones.
Rodas Trejo comentó que hace dos años, la Universidad Autónoma de México (UNAM) realizó un estudio general de población del jaguar en el corredor biológico que comprende los países de Costa Rica, Panamá y México, considerando a la Selva Lacandona como una zona prioritaria para la conservación de esta especie.
El proyecto de monitoreo abarca aproximadamente 40 por ciento de la reserva, realizando el foto trampeo principalmente en la zona de Montes Azules “con apoyo de 13 cámaras especiales ubicadas en zonas estratégicas de la región, se ha logrado determinar la existencia de más de 300 especies que sirven de alimento para el jaguar: tapir, ocelote, reptiles, mapache, pecarí de collar, coatí…
El monitoreo consiste en un estudio de manchas en la piel de los ejemplares fotografiados analizando detalladamente el área de la cola y la cabeza, para asegurarse de no repetir el conteo.
En breve se espera adquirir 20 cámaras con la finalidad de ampliar el espacio de estudio “el proyecto tiene dos vertientes, por una lado el monitoreo de la especie mediante una técnica innovadora de foto trampeo, y la sensibilización a los pobladores de las comunidades que se encuentran en los alrededores de la reserva de los montes azules mediante talleres y pláticas.
Este resultado demuestra que aún se cuenta con ecosistemas sanos, con la biodiversidad necesaria para resguardar estos ejemplares, así si respetamos la selva garantizamos la existencia de estos felinos considerados en peligro de extinción.
El avance desordenado de las actividades del hombre es una de las causas de la desaparición paulatina del jaguar en todos los espacios donde originalmente habita, sin embargo aún hay tiempo para asegurar la supervivencia de éstos gracias a la inyección de recursos que realiza el Gobierno del estado para el estudio y análisis de las poblaciones.
Rodas Trejo comentó que hace dos años, la Universidad Autónoma de México (UNAM) realizó un estudio general de población del jaguar en el corredor biológico que comprende los países de Costa Rica, Panamá y México, considerando a la Selva Lacandona como una zona prioritaria para la conservación de esta especie.
El proyecto de monitoreo abarca aproximadamente 40 por ciento de la reserva, realizando el foto trampeo principalmente en la zona de Montes Azules “con apoyo de 13 cámaras especiales ubicadas en zonas estratégicas de la región, se ha logrado determinar la existencia de más de 300 especies que sirven de alimento para el jaguar: tapir, ocelote, reptiles, mapache, pecarí de collar, coatí…
El monitoreo consiste en un estudio de manchas en la piel de los ejemplares fotografiados analizando detalladamente el área de la cola y la cabeza, para asegurarse de no repetir el conteo.
En breve se espera adquirir 20 cámaras con la finalidad de ampliar el espacio de estudio “el proyecto tiene dos vertientes, por una lado el monitoreo de la especie mediante una técnica innovadora de foto trampeo, y la sensibilización a los pobladores de las comunidades que se encuentran en los alrededores de la reserva de los montes azules mediante talleres y pláticas.